Arroz con jueyes

Con el fin de quitarme la presión de encima del Fundador y Commander-in-Chiief de QiiBO.com, o sea del #jefe, me puse a ojear los periódicos sobre posibles temas para escribir esta columna. Buscaba el Tema, así en mayúsculas. Pensaba, hace días, en posibles asuntos, pero con la cercanía de las elecciones generales en Puerto Rico los temas se volvían fugaces en cuestión de nada.

Entonces, me topo con una columna del Dr. Hernán Padilla, en El Nuevo Día, advirtiendo sobre todo e$o que dejaremos de recibir de ganar el ELA Soberano y la República Asociada en el plebiscito criollo del 6 de noviembre. ¿No sería mejor que, en vez de seguir con el discurso del miedo, ya gastado y obsoleto, hacia una opción de status en la que no cree, educara sobre las bondades y compromisos de la opción que prefiere, la anexión?

Leo columna del Dr. Héctor A. Ríos Maury en El Vocero que plantea que Alejandro García Padilla no es viable, cosa en la que medio país coincide, pero en medio escribe: “Carmen Yulín, candidata a algo…” No sé, me parece que algunos, ni con todos los títulos del mundo, lograron trascender el infantilismo al que nos tienen acostumbrados las tribus rojas y azules.

Los diarios reportan que la Representante por San Juan, Albita Rivera, pide “castigo” a la Iglesia Católica, y pienso que en noviembre del año pasado escribí Demasiado Mortal, pero en aquella ocasión cuando la Senadora Melinda Romero envió cartas al Vaticano para querellarse en contra del Arzobispo por intromisión política, y como hace un año atrás, no veo a Rivera & Co. denunciar de igual forma a los religiosos que apoyan al Partido Nuevo Progresista. Que no es lo mismo, que no es igual.

Tanto el candidato rojo como el azul usan la palabra “cobarde” para referirse al otro, y salen las tribus a defender a uno y a criticar al otro y viceversa, porque no es lo mismo, es diferente, que es lo mismo que tratar de convencerme de que: “el mío puede y el tuyo, no.” y así ¿seguimos avanzando?

En una disertación de esas, de miedo, en medio de un país colapsado, José Alfredo Hernández Mayoral, abona con eso de “votar por el Sí, por si acaso” no nos vayan a traer la independencia por la cocina. ¿Alguien me puede explicar cómo un plebiscito no vinculante, puede lograr la independencia? Entonces, hay que votar por el Sí por la “unión permanente.” (O él está confundido o la confundida aquí soy yo, que alguien me explique antes de ir a votar.)

Ricky Rosselló, por su parte, anda alarmado, porque 3 de cada 10 puertorriqueños se identifican con el ELA Soberano, yo me alarmaría, si no quisieran superar la colonia, porque al fin y al cabo se trata de todo un esfuerzo que él mismo llama descolonizador y que lo primordial es decirle “no a la colonia.” Porque si el pueblo de Puerto Rico da ese paso en favor de la descolonización, sea cual sea el resultado del status final, debe ser lo importante, o ¿no?

La fiscal federal, Rosa Emilia Rodríguez, nos advierte en El Nuevo Día, que en el 2011 hubo más convicciones por corrupción que ninguna otra jurisdicción de los Estados Unidos y yo solo pienso seriamente que así no se puede pedir la estadidad.

Y hasta el sol de hoy, se sigue dilucidando públicamente el caso del catedrático de la UPR en Carolina, Dr. Iván Ríos Hernández, acusado de plagio. Mientras la institución “investiga” siguen saliendo más acusaciones. ¿Tus valores cuentan?

Entre todo este panorama, algo bueno pasó. Carlos Díaz Olivo y Eduardo Bhatia comunicaron a vox populi estar a favor del matrimonio gay y pienso que no todo está perdido, pero que nos falta mucho por recorrer, por crecer, y sobre todo por madurar.

Y todo esto en medio de un déficit que nadie sabe ni la hora que es.

Y en medio de esa ojeada veo una receta de un arroz con jueyes y dije: “Jefe, tengo el título de la columna.” Mientras pienso: “nada mejor como usar una metáfora para describir estos días de campaña electoral.” Suspiro.

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